Conocer a Lola y Pablo fue algo especial, hubo conexión desde el principio y todo con ellos ha sido algo más que fotografiar unos momentos, ha sido fotografiar a dos personas excepcionales mientras reían, saltaban, se abrazaban, lloraban de alegría y de emoción. El primer día que nos vimos para esta preboda no querían muchas fotos, pero la historia fue otra, vaya que si lo fue. Esta es una pequeña muestra de esa tarde.